Éxito de convocatoria de la presentación del libro ‘El proxeneta’ en el Ayuntamiento de María de Huerva, una de las sedes del FAN 2019.

 

MARÍA DE HUERVA | CAMINO IVARS

Éxito de convocatoria de la presentación del libro ‘El proxeneta’ en el Ayuntamiento de María de Huerva, una de las sedes del FAN 2019.

Este jueves, 17 de enero de 2019, tenía lugar el coloquio sobre trata de mujeres en torno al libro ‘El proxeneta’, de la mano de su autora, Mabel Lozano (Editorial Al Revés). La cita arrancaba a las 19.00 en el salón de plenos del Ayuntamiento de María de Huerva, municipio que repite por segundo año consecutivo como sede del Festival Aragón Negro, en un acto presentado por Mar Vaquero, alcaldesa de la localidad zaragozana, y moderado por Juan Bolea, coordinador general de Aragón Negro.

“Para nosotros es un honor contar con una persona como Mabel Lozano, tan ligada al mundo del cine y la literatura, y que además lo siente como un compromiso social como demuestra con su actitud diaria”, comenzaba la alcaldesa en una sala llena hasta la bandera. “Estamos muy contentos de que volváis a repetir como sede en una nueva edición del FAN, un fenómeno único, y una nueva manera de entender el cine, la literatura y la cultura que sigue creciendo”, introducía Bolea. “’El proxeneta’ es una obra que quema en las manos, y que reúne una serie de testimonios estremecedores que seguro convierten este acto en algo difícil de olvidar”, afirmaba, antes de dar paso a la invitada, “una de las grandes expertas mundiales en el fenómeno de la trata”.

“A mucha gente le temblaría el pulso antes de entrar en este infierno al que Mabel le ha plantado cara”, concluía. Acto seguido, Lozano comenzaba con un estremecedor relato, el que se esconde tras las más de 350 páginas del libro que narra la vida de Miguel, apodado ‘El Músico’, un proxeneta que le confesó, con pelos y señales, su relación con la prostitución y la trata, y cómo participó en la explotación sexual de casi 2.000 mujeres de todo el mundo.

“Tenía claro que quería hacer cine social, ese tipo de cine que te saca de tu círculo de confort y te empuja, pero no tenía grandes referentes de mujeres cineastas ni claro cómo hacerlo. Al final, como ocurre con este tipo de historias y a diferencia de la ficción, el contenido de un documental no hay que buscarlo, te lo da la vida”, reflexionaba. Y así fue como la directora y escritora, en un acto del 25 N en Madrid, conocería a una integrante del denominado Proyecto Esperanza, promovido por la Congregación de Religiosas Adoratrices para tratar de dar una solución al problema de la trata de mujeres en España. De esto hace ya 14 años. “Me propuso visitar uno de los pisos en los que escondían a jóvenes a las que sacaban de esta red. Mujeres raptadas en su país de origen y vendidas en el nuestro en el mercado del sexo de pago”, relataba.

Allí conocería a Irina, una joven de Rumanía a la que su novio vendió por 3.000 euros diciéndole que iba a España para trabajar de camarera. Así, comenzaría su carrera como cineasta, abordando el tema de la trata desde diferentes puntos de vista y viajando por todo el mundo. “Hay países donde la vida no vale nada”, afirmaba. Sin embargo, tras varios cortometrajes y largometrajes, algo fue distinto con esta historia. “Nunca me había planteado escribir un libro. Creía que lo había contado todo sobre la trata hasta que me llamó Miguel”, reconoce.

Y es que, sin duda, lo más curioso de esta obra es cómo comenzó, ya que fue el propio proxeneta quien, nada más salir de la cárcel, se puso en contacto con su autora. “La primera vez que me llamó me dijo, te hemos odiado tanto… quiero hablar contigo y que me escuches”, recordaba. Y aunque reconoce que ella, en un primer momento, no tuvo ningún interés en escucharle, finalmente accedió a tomar un café con él para tratar de comprobar qué había al otro lado. Un hombre arrepentido, sí, pero que hablaba con una frialdad pasmosa sobre su vida antes de entrar a la cárcel.

Así, en el libro, Lozano relata sus métodos de captación por distintos países latinoamericanos, su llegada a la Europa del Este, el sistema que utilizan para endeudar a estas jóvenes, que en la mayoría de los casos acaban inmersas en un mundo de alcohol y drogas en el que a los 30, ya están consideradas ancianas pues son mujeres con fecha de caducidad. “Muchas de ellas no van a llegar a esa edad”, lamentaba Lozano.

Además de su trabajo audiovisual, la cineasta va mucho más allá, ya que lleva una década pidiendo una ley integral contra la trata que condene todas las caras del proxenetismo. “En España un 40% de los hombres son demandantes de prostitución, y es sin duda porque alternar en nuestro país es gratis”, reivindicaba. Un negocio, el de la trata, que mueve millones de euros en todo el mundo: “Actualmente se trata del segundo negocio ilícito más rentable, tan solo superado por el de las armas”.

Educación, en mayúsculas

A la pregunta de una de las asistentes al coloquio sobre qué podemos hacer para cambiar esta realidad, Lozano lo tenía claro: “La educación es la única solución, educar en mayúsculas”. “Los jóvenes son grandes consumidores de pornografía cada vez a edades más tempranas. Unos contenidos en los que se ve a la mujer sometida y violentada. Hoy no se les habla a los chavales de relaciones afectivo sexuales sanas y lo ven todo como simple ocio y entretenimiento”, criticaba, al tiempo que advertía que los jóvenes españoles son cada vez más machistas y misóginos. “No estamos hablando de extraterrestres. Están en nuestras casas, por eso es tan importante la participación de todos para acabar con esta realidad”, concluía.

FOTOS: FESTIVAL ARAGÓN NEGRO

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