Por todos los FANáticos es bien sabido ya que además de la vertiente literaria, el FAN tiene una marcada vocación social y por ello este año se ha apoyado la igualdad entre sexos con un Manifiesto que escribió la periodista Elisa Beni y que podéis leer aquí. Además, el pasado día 26, antes de la gran gala de premios del FAN, tuvo lugar una mesa redonda sobre Igualdad. En ella participaron la escritora y periodista Elisa Beni; la presidenta de la Asociación de Mujeres Amparo Poch, Josefina Musulén y el abogado y vocal de la Subcomisión de violencia sobre la mujer del Consejo General de la Abogacía Española, Antonio José Muñoz.
Del debate, que duró poco más de una hora, salieron temas relevantes que hubieran dado para cientos de horas de debate. Tendemos a creer que vivimos en una sociedad igualitaria, pero aún queda mucho camino por delante, porque los pasos que damos son bastante cortos, opinaba Muñoz. No ha pasado tanto tiempo desde que las mujeres eran seres permanentemente tutelados por su padre o su marido. Beni quiso ser menos optimista todavía, ya que le preocupa la «involución» que está sufriendo la sociedad, lo que obliga a volver a «luchas ya peleadas». Musulén resaltó la cosificación de la mujer, presente en todos los ámbitos.
Se habló de la discriminación laboral, que «es peor en estratos laborales inferiores», como apuntó Beni. La meta ha de ser que «tener hijos no suponga perder oportunidades laborales», como apuntó Muñoz, y para ello el único camino es que «los permisos de paternidad sean iguales que los de maternidad», como señaló Musulén. No se puede hablar de igualdad en un país en el que las mujeres cobran menos que los hombres y donde la tasa de desempleo y la precariedad es mayor para ellas.
Preocupa, y mucho, el hecho de que haya un repunte de actitudes machistas entre los jóvenes. Que las generaciones más jóvenes y con más acceso a la información (pero no por ello necesariamente más informadas) permitan actitudes machistas, incluso que toleren el maltrato, supone una regresión brutal. Para acabar con esto, los tres componentes de la mesa coincidían en la importancia de hacer hincapié en la educación, tanto la que los jóvenes reciben en casa como la que aprenden en los colegios. Beni señaló tres factores que influyen en los jóvenes y en su forma de entender la sexualidad y la relación entre hombres y mujeres: el reggaeton (cuyas letras sexistas representan construcciones sociales diferentes a las españolas y que pueden calar poco a poco entre los adolescentes), la prostitución y el acceso a la pornografía desde edades tempranas en las que no pueden entender que estos productos son representaciones del sexo, de una manera irreal y que establecen patrones de sumisión femenina.
Musulén apuntó que existe una «generación Disney» de niñas que han crecido creyendo que han de ser sumisas hasta que llegue su príncipe azul que las hará felices. Esto hace que se entienda que «ellas cuanto más sumisas mejor, ellos cuanto más machos mejor». Muñoz añadió al respecto que programas como ‘Mujeres, hombres y viceversa’, con éxito de audiencia y en horario infantil, representan «una clara cosificación de la mujer» y no hacen ningún bien en esta lucha por la igualdad. También se habló de lo preocupante que resultan los negacionistas: quienes creen que ya está todo hecho y que no existen las actitudes machistas. No hace falta explicar el flaco favor que esta gente hace a toda la sociedad.
El tema más complejo y terrible de todos los que se trataron fue la violencia de género, una lacra social que en trece años ha dejado casi 900 mujeres asesinadas, casi tantas víctimas como las que dejó la banda terrorista ETA en cuarenta años. A eso hay que sumarle cientos de denuncias y todo aquello que nunca llega a salir a la luz. ¿Qué está fallando en esta sociedad para que las mujeres sigan siendo asesinadas por hombres? Como explicó Musulén, vivimos en una «estructura patriarcal» y por tanto machista, lo que explica en parte el problema. Para Beni la solución pasa por «crear ciudadanos críticos, hay que ser beligerantes para que no nos arrebaten los derechos. Hay que movilizarse y hacer presión en las calles. No podemos dar ni un paso atrás«. Como señaló Muñoz, el código penal castiga, pero no previene, por eso hay que atacar a la raíz del problema que es el machismo. En esta lucha (que es una lucha de toda la sociedad) no existe una equidistancia posible: o se está del lado del maltratador o de las víctimas. El abogado cargó también contra la ignorancia de quienes hablan de denuncias falsas cuando el porcentaje es menor del 1%.
El problema es considerar que la igualdad es algo que concierne solo a las mujeres, pues el verdadero camino hacia la igualdad pasa por una ciudadanía concienciada, por acabar con los micromachismos, con el sexismo, la discriminación, los estereotipos machistas y con todo aquello que toleramos y que lo único que hacen es enraizar la desigualdad en la sociedad. Es fundamental, también, acabar con el desconocimiento, pues en muchos casos frena el avance. Desconocimiento e ignorancia que llevan a decir frases como «yo no soy ni machista ni feminista», algo que que desmoraliza a todos los que luchamos porque se comprenda que feminismo es sinónimo de igualdad, mientras que el machismo es una ideología de sometimiento que ha dominado nuestras vidas durante siglos y que ha impedido a las mujeres acceder a las mismas oportunidades que a los hombres y a desarrollarse intelectual, laboral y personalmente.
«Hay que ser beligerante», fue el resumen del debate para Elisa Beni; «Seguir hacia la igualdad», el de Muñoz y «Caminando hacia la igualdad», el que propuso Musulén.
Fotos: Ricardo Pérez
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