Ayer tuvo lugar el penúltimo acto programado en Zaragoza en esta edición del FAN en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés. Fue una actividad doble: una charla-coloquio organizada por Tertulia de Cine Perdiguer y la proyección de la película ‘Freaks’ (1932), conocida en español como ‘La parada de los monstruos’. En la charla participaron Ignacio Gracia, Luis Betrán, Mónica Gorenberg y Fernando Gracia. La sala se llenó de un público muy participativo.
Fernando Gracia dirigió el coloquio, planteando preguntas que incluso el público se atrevía a responder. «Se tiende a echar la culpa y a burlarse del que es diferente», opinó Ignacio Gracia. Durante mucho tiempo la gente ha asociado la deformidad física con la monstruosidad, así como la bondad se ha unido a cumplir con unos cánones clásicos de belleza. Lo curioso es que en ‘Freaks’ los malos son los guapos.
¿Por qué nos atrae lo monstruoso?, planteó Fernando Gracia, a lo que Gorenberg, en su condición de psicóloga respondió que «nos atrae lo que es diferente» porque, además, «vemos de lo que nos hemos librado». Según Ignacio Gracia, se ha creado una subcultura de las monstruosidades. «A la gente le gusta tener miedo cuando sabe que es una película, con el temor verdadero no creo que lo pasemos bien», añadió Gorenberg. «Lo que da miedo de verdad es un personaje que representa lo que puede llegar a pasar, no los monstruos», opinó Fernando Gracia y puso como ejemplo el personaje de Robert Michun en ‘La noche del cazador’, comparación en la que todos estuvieron de acuerdo.
Cuando el debate giró entorno al cine de Hollywood y comenzaron las comparaciones, Ignacio Gracia resumió su postura diciendo que «hay un momento para ver ‘Austin Powers’ y otro para ver a Godard, hay que buscar el equilibrio entre leer ‘Hamlet’ y un Mortadelo», lo que fue recibido por un aplauso por parte del público.
Sobre ‘Freaks’, Betrán dijo que es «una defensa enorme de la diferencia y un grito, despiadado pero justo, contra la intolerancia. Es una película que rompe esquemas, fue moderna entonces y lo será siempre. Habla de la perversión de la condición humana y es uno de los inmortales de la historia del cine, avalado por una extrema lucidez». Esta película, de la que también dijo Betrán que es «una agresión justificada al espectador», inspiró una escena de ‘Viridiana’ de Buñuel. Todos los participantes coincidieron en que sigue siendo única y tiene vigencia. «Hoy, por corrección política, no se haría una película así», añadió Gorenberg.
Texto y fotografías: Laura Latorre
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