Una crónica de Daniel Monserrat (El Periódico de Aragón)
Dos consejos han sobrevolado esta noche durante la gala de clausura del Festival Aragón Negro, «ir en busca de la verdad» y «la curiosidad» como la energía que puede mover el mundo. Evidentemente, las han pronunciado las dos grandes protagonistas de la noche, Cristina Higueras (quien ha recibido el premio La mejor de las nuestras) y Teresa Viejo (galardonada con el Aragón Negro de Honor). Todo en una gala celebrada en el Teatro Principal de Zaragoza que ha estado presidida, además de por los dos máximos responsables del festival, Juan Bolea y Jana Catalán; por el consejero de Cultura del Gobierno de Aragón, Felipe Faci; y por la vicealcaldesa del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández.
La gala, que ha vuelto a ser un prodigio en la producción (como acostumbra), se ha vertebrado en torno a la resolución de un crimen que se ha cometido al principio de la misma, un asesinato concretamente para cuya resolución han intervenido tres expertos: Camino Diaz (policía científica), Salvador Baena (médico forense) e Isabel Navarro (bióloga). Los tres han ido explicando de manera didáctica a los espectadores la manera de resolver un crimen hasta que finalmente lo han conseguido y se ha detenido al asesino… que se encontraba entre las butacas del Teatro Principal.
Primer premio como autora
Más allá de la recreación, que ha tenido en vilo a los espectadores, Cristina Higueras, se ha mostrado «nerviosa y emocionada» ya que era la primera vez que le premiaban como autora literaria, lo que significaba ser reconocida «gracias a personajes e historias creadas» por ella misma en un escenario, el Principal, donde ha interpretado «a tantos y tantos personajes escritos por otras personas». Y es que Higueras ha sido muy gráfica cuando ha hablado de su escritura: «Lo que quiero es ir en busca de mi verdad», ha concluido su intervención muy emocionada.
La gran protagonista de la noche, Teresa Viejo, por su parte, se ha mostrado encantada del reconocimiento: «Este premio me llena de alegría porque me conecta con la niña que soy, me permite recuperar los sueños y la imaginación. Es todo un regalo», ha indicado una de las mujeres que a lo largo de su carrera ha roto varias barreras de género. «A mí lo que siempre me mueven son las preguntas que son las que nos permiten avanzar a los seres humanos», ha señalado antes de ser muy contundente sobre el periodismo en la actualidad: «Se ha vuelto muy perverso el escenario de contar historias», ha dicho sin querer entrar en más detalles que para hacer periodismo de investigación «se necesita tiempo y recursos».
La gala también ha servido para mostrar el teaser del próximo cortometraje, Pálido monstruo, que estrenará en septiembre el propio festival que lo ha autoproducido en su totalidad, siguiendo la línea que quiere marcar desde ya mismo la cita, tal y como ha revelado Juan Bolea: «Queremos ser una plataforma de creatividad que dé cabida a escritores, músicos, cineastas… crear esas sinergias y generar contenido».
Esta gala de clausura de Aragón Negro, tal y como suele ser habitual, también ha servido de escaparate para diferentes propuestas culturales. Este año ha sido el turno del grupo de danza Girlicious, que ha abierto y cerrado la noche con dos actuaciones que sorprendieron; y también el de Daniel Quezada Manchester, Marta Casero y Andrés Mcnamara, que interpretaron dos canciones, Eternal now y una versión de Shallow, de Lady Gaga y Bradley Cooper. Además, también se ha dado lectura en el Principal al manifiesto social de este año que, en esta ocasión, versa sobre el cambio climático y las consecuencias que pueda provocar. Manuel Mas Ferrer ha sido el encargado de ponerle voz al mismo.