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La exposición Frankenstein resuturado aporta una nueva visión a la obra de Mary Shelley

Más de 40 artistas han contribuido a este heterogéneo proyecto

 

ZARAGOZA | JUAN MARI SAURAS

Desde la noche de los tiempos, los monstruos han acechado a los seres humanos. Moradores ignotos de sus miedos más atávicos y ancestrales, han poblado sus historias y leyendas hasta entretejerse con la misma realidad que los acoge. Los hijos bastardos de las pesadillas que se alimentan del terror y reducen a los vástagos de Dios a meros niños asustados en la oscuridad han adquirido la categoría de mito, y han escrito su historia junto a la de sus víctimas, todavía encogidos ante el temor que les produce su alucinatoria presencia.

Le perenne presencia de los monstruos en la cultura humana tal vez responde a su razón de ser como reflejo atormentado y oscuro del alma de las personas. En el abominable rostro del horror, la miasma que puebla el corazón de los hombres les devuelve la mirada y les recuerda los abismos que a menudo habitan. La existencia misma de estas quimeras supone un recordatorio constante de su maldad, muy capaz de superar las atrocidades cometidas por sus bestiales enemigos en las páginas de los cuentos de hadas. A veces, ser un monstruo sólo significa recorrer un camino distinto al de la mayoría, y enfrentarse al odio y desprecio que siempre aguardan a quien escogió ser libre.

Tal fue el aciago destino que aguardó al monstruo de Frankenstein, la criatura ideada por Mary Shelley para una de las obras cumbre de la historia de la literatura. Coincidiendo con el segundo centenario de su publicación, el novelista y editor Fernando Marías quiso celebrar tal efeméride con algo “diferente y especial”. Para ello, reunió a una veintena de autores que continuaron la historia del desdichado monstruo en otros tantos relatos, cada uno de ellos situado en una década distinta hasta completar los 200 años que el vástago de Mary Shelley ha vagado por la tierra. A ellos se añadieron 20 ilustradores que convirtieron estas historias en imágenes llenas de vida e inspiración, reunidas ahora en la exposición Frankenstein. Una mirada resuturada, que el IAACC Pablo Serrano acoge con motivo del Festival Negro de Aragón. Un pequeño rincón donde el atormentado engendro tal vez pueda encontrar algo de consuelo y descanso.

Fernando Marías es un viejo conocido del FAN, como apuntaba con sorna el Director General de Cultura Nacho Escuín respecto a su “maldita costumbre de inaugurar eventos”. Y es que el autor bilbaíno es un polifacético artista que ha visitado en numerosas ocasiones la capital maña como autor intelectual y organizador de numerosos eventos. En esta ocasión, el acto  reunió a numerosos representantes del mundo de la cultura que arroparon al patrón de tan singular iniciativa. Entre ellos, destacó la presencia de la poetisa Raquel Lanseros, quien recitó varios de sus poemas inspirada por los héroes, el erotismo y la magia, los tres ejes temáticos sobre los que oscila el festival. Además, también leyó para los presentes el poema “Europa”, epílogo que cierra la antología en el que el monstruo de Frankenstein “vuelve a Europa como un refugiado más junto a aquellos que buscan un hogar. Un marginado entre marginados”.

Durante la presentación, Marías resaltó que en el proceso de construcción del proyecto sintieron la necesidad de ampliar su horizonte: “nos pareció que esto no era suficiente. El propio proceso de elaboración del libro nos convenció de que era necesario volver a traducirlo”. Para ello recurrieron a Lorenzo Luengo, reconocido novelista y traductor y erudito de la vida y obra de Mary Shelley. Para la ocasión, este admirador del Romanticismo realizó una cuidada traducción “adecuada al S.XXI”. “A veces las traducciones de los clásicos se quedan obsoletas”, explicaba el organizador. Asimismo, Luengo también realizó un minucioso estudio que explica cómo, por qué y en qué circunstancias fue escrita la novela, y que casi constituye “un libro dentro de otro libro” por su profundidad.

En su multidisciplinar concepción y ambición, este personalísimo homenaje a la autora londinense también incorpora a la música dentro de su particular universo creativo: la “Balada para Frankenstein resuturado”, compuesta por el guitarrista Josete Ordóñez y disponible para su descarga y activación gracias a un código QR incluido en el libro, sirve de conductor musical de la peregrinación de la criatura hacia su amargo destino. El autor de esta preciosa pieza instrumental aprovechó la ocasión para interpretar diferentes temas junto a la cantante Rosa Masip, incluyendo una delicada versión del poema “Europa”, que Raquel Lanseros ya había recitado previamente. Asimismo, presentó su espectáculo “Objetos perdidos”, en el que escenas de diferentes películas antiguas acompañaron la presentación de las distintas piezas del artista.

Con la publicación de Frankenstein, Mary Shelley muy probablemente cambió el rumbo de la literatura y la condujo hacia territorios insondables donde el alma humana mora en las profundidades de su propio reflejo. Fernando Marías recordaba que “creó un libro único con el que inventó la ciencia ficción, y sigue siendo una reflexión muy honda sobre el sufrimiento, el desarraigo y el futuro incierto”. Temas universales que probablemente acompañarán el devenir de la humanidad. Pero nadie volverá los ojos a ellos como lo hizo aquella joven…y su monstruo.

FOTOS: FESTIVAL ARAGÓN NEGRO

      

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