UTEBO | RAMÓN RUIPÉREZ
Con el prolífico escritor aragonés Juan Bolea como maestro de ceremonias, ayer, la sala de actos del Centro Cultural Mariano Mesonada acogió uno de los platos fuertes de la programación utebera del Festival Aragón Negro: la visita de la periodista, y escritora, Teresa Viejo, quien llegó a Utebo para hablarnos de sus novelas, especialmente de su última obra “Animales domésticos”, pero sobre todo y ante todo de creación literaria; y todo ello englobado en una charla que llevó por título “La inspiración como proceso mágico”.
La veterana comunicadora, actualmente en RNE, se apoyó en una frase de Eduardo Galeano (“no estamos hechos de átomos; estamos hechos de historias”) para hablar de la creación literaria, el eje vertebrador de la amena charla que brindó a las cerca de treinta personas asistentes. Viejo animó a los presentes a escribir; concretamente a escribir el libro que a uno le gustaría leer, y a hacerlo sin atajos, sin rodeos, puesto que, como afirmó, “la inspiración no pregunta porque es una especie de fe religiosa”. De este modo, la autora dio unas pinceladas sobre cómo entiende ella la escritura, y no dudó en argumentar que escribir “es terapéutico y revolucionario”. “Escribir -explicó con más detalle- escuece y alivia a un tiempo; escribir, también, es reescribir. Y, lo más importante de todo, es que una vez que has escrito algo, sin duda ese texto puede ser recortado. Y cuando crees que no puedes recortarlo más, todavía puede serlo más aún”.
“Toda novela -continuó con su exposición Teresa Viejo, a la que, por su locuacidad, se le notaba enseguida la sangre de comunicadora que corre por sus venas- arranca con el descubrimiento de un objeto, una fotografía, una casa, un libro, unas ruinas… Ese descubrimiento da paso a la curiosidad, y esa curiosidad se acaba convirtiendo en una pulsión que, como un virus, se te inocula y no puedes parar hasta que no has escrito la historia que te ha sobrevenido”.
Luego de hablar del proceso creativo, Teresa Viejo se centró en departir sobre sus novelas, y así desgranó sus principales ingredientes y relató sus respectivos procesos creativos para luego, finalmente, centrarse en su última novela, “Animales domésticos”, que Juan Bolea definió como una novela negra “muy potente” puesto que en ella confluyen numerosos ingredientes habituales en el género noir, un halo misterioso, unos personajes muy creíbles con dobles vidas, una tensión que no decae a lo largo de todo el relato y un cierre que, en palabras de Viejo, le pareció, cuando lo hubo escrito “perfecto” por cuanto entendía que era así y no de otra manera como había de finalizarla.
Al término de su exposición, se abrió un coloquio en el que el público asistente participó activamente y en el que Teresa Viejo resolvió todas cuantas dudas y preguntas le formuló, para luego pasar a la firma de ejemplares. Fue, sin duda, un encuentro formidable con una autora con una locuacidad e inteligencia sin parangón y que, a su marcha, dejó en nuestra localidad un buen puñado de lectores más.